Los LIBREROS, las LIBRERIAS
Hay un negocio que tiene un plus de cariño, de atención, de empatía, es el del gremio de libreros. Yo que he sido una perenne estudiante y gran lectora recuerdo perfectamente a todos los libreros que he tenido y, a todos, los recuerdo con inmenso cariño por sus atenciones e interés genuino. Hay una curiosa homogeneidad laboral entre los libreros que probablemente procede de su amor por los libros.
En las librerías se crea una complicidad entre lector y librero que no se da en ningún otro negocio. En su trabajo, el librero disfruta siempre, tiene claro que está ahí para servir al cliente pero está feliz porque sabe que lo que le sirve es oro en papel, ahora también quizá, en secuencias de bits.
Los libreros aman los libros tanto como los lectores y por eso se crea entre ellos esa complicidad tan especial. Ellos saben que el libro es como un milagro, pues funciona como un río de ideas, deseos, sentimientos que riega sin mirar a quien, saliéndose del cauce cuando haga falta para que el propio lector ponga de su cosecha lo que le plazca.
Mi
agradecimiento a los libreros.
Marlén
(vista parcial de una librería de viejo en Valencia)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes dejar aquí tu comentario. Gracias.